Sobre la soledad...

Bauman la concibe como causa del individualismo, del narcisismo, de la sobre atención en uno mismo; que dan lugar a que el otro ya no exista y se pierda el sentido de comunidad.

Lipovetsky o Fromm, nos hablan del individualismo puro, que da mayor libertad al individuo dándole un poder absoluto, pero haciéndole insignificante, al perder el sentido de comunidad. Así el individuo se siente solo y desamparado y pide a un ente superior, el estado, que le proteja; perdiéndose la responsabilidad en uno mismo.

Nietzche, “Dios ha muerto”. Vacío que queda tras la pérdida de las religiones, donde esa falta se ha ido llenando, como explica Steiner, con teorías mitológicas, con el psicoanálisis de Freud, con el marxismo, la antropología de Levi-Strauss, la ciencia, la política-estado...el hombre, siente la necesidad de agarrarse a algo, necesita creer en algo; pero ¿y si, ninguna de estas teorías le sirve?

“Escucha lo que calla”, Hugo Mujica. El silencio transmite, ya sea por ausencia o por existencia. Silecio como vacío que alberga, pero silencio también, como aislamiento y soledad.

Volatilidad del pensamiento, materia inmatérica que está y no está, presencia de ausencia. “Vaciar es desocupar, dejar libre un lugar para el morar del hombre” Heidegger.

Pensamiento abstracto, vacío pleno donde habita la magia, espacio donde todo puede ser. Lugar de la libertad, de la inocencia, de los niños, donde cada uno estuvo más cerca de la esencia, del verdadero Yo. Inocencia de la infancia incondicionada pero con la experiencia de la madurez de los ancianos y con un añadido de humor. ¿Podríamos vivir así, o sería considerado locura?... Y si fuera así, ¿nos encontraríamos solos en esta locura lúcida?